domingo, 20 de junio de 2010

Carta a Santiago Roldos








Estimado Santiago:

Después de leer tu articulo pus descubrí que no estoy solo que hay alguien que tiene similares ideas de lo que considero es la realidad del Ecuador. Me sentía indentificado con cada linea que estaba leyendo e incluso descubrí muchas cosas de mi, después de leerlo. Como por ejemplo no entendía por que me gustaba tanto el sonido estridente de nirvana o de los Ramones y es quizás que musicalmente no son muy pulcros pero son las notas de rebeldia de mi alma hacia esta realidad absurda y absorbente que estamos obligados a soportar y vivir. Me di cuenta que no era yo el equivocado, que si hay personas que si tienen un verdadero sentido común y que hay personas que se niegan aceptar estos dolores. Aunque el resto de personas por adaptacion los han negado y los han enviado al fondo de su subconciente.





Me dio mucho gusto leer tu articulo pero sin embargo deje de leer tu libro. Entre en pavor cuando me di cuenta que no era el único que pensaba así. Que estas ideas no eran locura mía y que si ya tengo un colega que las comparte, pueden ser verdad. Me gusta mucho tu obra pero voy a dejar de leer hasta que este preparado psicológicamente para aceptar que esta realidad ya no es una simple idea mía y es verdad y que quizás no pueda hacer nada para cambiarla y los que quizás puedan hacer algo se benefician de que siga como esta.








Saludos


Luis De Sousa

2 comentarios:

  1. No estás solo, eso es evidente. A mí me pasó algo parecido hace algún tiempo. Me di cuenta que este pequeño país de "ismos" no aporta en nada tu crecimiento personal y, si lo hace, es por la carencia más que por la abundancia de ideas (es esa necesidad darwinista que te hace cambiar para sobrevivir; básico, por decir menos). El concepto del "otro" no existe en ecuador. Para el ecuatoriano promedio, no existe nadie más que él mismo. Y no lo hagamos tan extenso, para el guayaquileño promedio, primero es él mismo. Estoy seguro que, en algún momento, tratando de cruzar una calle en una roja, un inútil te lanzó un auto tratando de hacerse el "vivo"; esa viveza criolla hace aún más pestilente la ciudad. Y es que se confunde la "viveza" con la "inteligencia". Lástima.

    La única manera, querido yapingacho, que he conseguido seguir viviendo una vida relativamente tranquila es escudarme en un (¿sano?) cinismo*. Te invito a intentarlo. A entender la realidad en la que vives y que te deje de afectar como te afecta. El detenerte y no leer un libro que denuncia o expone realidades significa que te afecta en pequeña o gran medida que se hable de tu ciudad. Recuerda que los conceptos de ciudadanía o civismo o patriotismo no son nada más que construcciones mentales que te apresan. Libérate de ellas. Los límites territoriales no existen, sólo en tu mente y, lamentablemente, en tu corazón.




    * Para los que no saben qué es, un link: http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=cinismo

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Dsipara tu opinion sin miedo